La alarmante cantidad de accidentes de tránsito protagonizados por motocicletas en nuestra comuna, mueve a la preocupación de vecinos y autoridades, por cuanto el parque automotor de estos vehículos, en su variedad de modelos y cilindradas, viene incrementándose, lo que aumenta también la proporción de riesgo de accidentes.
Ya nadie discute que la versatilidad, el ahorro de combustible y la capacidad de poder estacionar en lugares reducidos suman puntos a favor de la utilización de este tipo de vehículos.
Pero a esos factores positivos hay que restarle el caso omiso de los códigos de tránsito de un alto número de sus usuarios, así como la realización de maniobras riesgosas e innecesarias.
Desde la no utilización del casco protector hasta ignorar las luces de tránsito que reglan el paso de los vehículos, o sobrepasar incorrectamente a vehículos de mayor porte, corriendo riesgos innecesarios y hasta haciendo ”piruetas” por puro exhibicionismo.
El gobierno de la ciudad, a su vez, fomentó el uso de bicicletas como un medio de transporte sano y económico y reglamentó su lugar de tránsito con bicisendas demarcadas.
La bicicleta es uno de los mejores aliados del hombre para mejorar la calidad de vida combinando el ejercicio físico con el cuidado del medio ambiente.
Pero más allá de los transportes utilizados y de las leyes de tránsito que deben ser inflexibles en el cuidado de transeúntes y conductores, debe primar también una conducta responsable de ambos para preservarse y preservar la vida del prójimo, cumpliendo rigurosamente con las reglas de tránsito.
Moto, bicicleta o auto, los accidentes no decrecerán si no cambia la actitud del que los maneja y su responsabilidad hacia sus semejantes.