Carta de Lectores

Una reflexión acerca del Monumental…

Soy socio de River, y fui compañero de colegio de D’Onofrio. Lo recuerdo como una persona honesta y capaz, y no tengo dudas de que quiere lo mejor para nuestro club. Pero creo que esto es parte de un esquema más complejo. No solo River, sino toda la franja norte de Libertador y Figueroa Alcorta está en la mira de los “desarrolladores”, ya que el potencial económico de la zona es irresistible. El corredor que va desde Palermo hasta la Gral. Paz tiene la ventaja de que no hay que comprar casa por casa: son kilómetros de clubes e instituciones, propiedades grandes, con poca ocupación de terreno, fáciles de comprar, “desarrollar” y vender.

Ojalá me equivoque, pero en mi (ya) larga vida he visto cómo los “emprendedores” van avanzando sobre los barrios, reemplazando las casas de una o dos familias, con jardín, integradas al entorno, por monstruos gigantescos, sin jardín ni integración (eso sí, con amenities) donde ahora viven medio centenar de familias.

Los vecinos del barrio, que van perdiendo sol y privacidad, venden sus propiedades y el proceso se repite hasta que ya no queda nada.

Así pasó con Caballito (cómo olvidar las mansiones señoriales cerca del Club Italiano), Belgrano (¿dónde estará el “caserón de tejas”?), está pasando con mi barrio, Núñez, y temo que pronto caerá el hermoso Barrio River, a pesar de la valerosa lucha de sus vecinos.

No se trata de progreso, porque progresar es mejorar y no creo que vivamos mejor cuando la zona se llene de altísimas peceras. River, el Tiro Federal, el Cenard y demás instituciones sin duda saldrán ganando porque las ofertas económicas deben ser muy favorables.

Se modificarán los códigos, ganarán los “desarrolladores”, ganarán los que puedan comprar esos departamentos para darse el gusto de vivir sobre Libertador o Figueroa Alcorta, y perderemos los demás vecinos.

Roberto Asseo de Choch

DNI 18.878.130