
Es Manuela Pedraza, donde se demoró la obra de ampliación de las cocheras del subte D, que recién estaría lista a fines del próximo año. Afecta a los vecinos y a 3 líneas de colectivos.
La estructura, que ocupa más de media cuadra y corta la conexión de esa arteria con ambas manos de la avenida, sirve de centro de operaciones para la prolongación de la cochera-taller Congreso de Tucumán, en la Línea D de subterráneos. La obra, si bien supone una enorme y necesaria mejora bajo tierra, está generando pérdidas económicas, inseguridad y complicaciones de tránsito por doquier a nivel del asfalto, ya que son constantes los embotellamientos y el corte obliga a muchos vecinos a hacer mayores distancias para llegar a sus hogares.
“Para cruzar al otro lado tenés que tomar Ciudad de La Paz una cuadra, doblar en Tamborini una cuadra hasta Amenábar, tomar Amenábar hasta Núñez que son otras tres cuadras, y recién por Núñez podés cruzar Cabildo”, relata López. Omar Viale, chofer desde hace 15 años y vecino hace más de 40, se suma a lo dicho por Juan Carlos, y enumera otros tantos trastornos.
El ruido de las máquinas, los camiones volcadores y las chicharras de alarma de descarga se transformaron en la orquesta estable de la cuadra,en ciertas franjas horarias el sonido es aturdidor. La suciedad es otro ítem en la lista de perjuicios ya que, producto de los materiales sobrantes, los días de lluvia intensa se llegan a inundar las veredas.
Para los comercios, el costo se traduce en una considerable reducción en las ventas. “Llegaron a caer un 50%, perdimos a todos los clientes ocasionales porque ya no pasa gente por acá”, se resigna Pablo Gal, que vive y trabaja en esa cuadra, en una librería de artículos escolares.
Los frentistas también hablan de un incremento en los robos por la falta de circulación de peatones y automóviles que deja a estos metros bastante desolados, incluyendo las tres líneas de colectivos que pasaban por ahí, el 29, 60 y 130, y de los que solo quedó una parada apoyada sobre el obrador. Ahora realizan su recorrido por Núñez.
“Durante este tiempo, la obra debió ser modificada para compatibilizar con los requerimientos del Metrobus Cabildo, agregando nuevos accesos a la estación y relocalizando salidas de emergencia. Además, hubo una refuncionalización del taller para adaptarlo a las demandas que implica atender una flota nueva con aire acondicionado”, justifican desde Subterráneos de Buenos Aires (Sbase). Y aseguran que los vecinos no quedaron afuera de los cambios que debió atender la ampliación.
“En el transcurso de la obra los vecinos y comerciantes de la zona pudieron conocer la magnitud de los trabajos que se realizan, y realizar consultas y propuestas que ya fueron atendidas, tales como el refuerzo en la iluminación y limpieza, nuevos desagües, y remoción de estructuras que interferían el paso”, detallan.
A fines de 2016 se llegó a leer un cartel de “Fin de Obra” sobre la esquina de Cabildo. Pero duró poco. Por ahora, desde Sbase informan que el trabajo está terminado en un 85% y confirman un cuarto aniversario para el obrador, ya que la fecha estimada para concluirla es fines de 2018.
Una cochera para acelerar trabajos en el subte D
El obrador de la calle Manuela Pedraza corresponde a los trabajos de ampliación de la cochera-taller Congreso de Tucumán, que permitirá incrementar las instalaciones para ofrecer más facilidades a la hora de hacer el mantenimiento de los coches que utiliza la línea D de los subterráneos porteños.
Tendrá una estructura bajo tierra de 200 metros de largo y 20 de ancho, y contará con espacio para cuatro formaciones simultáneamente y aparatos que permitirán un trabajo más rápido, preciso y eficiente para la reparación y el mantenimiento de las formaciones, optimizando el espacio a utilizar.
En el taller también habrá lugares destinados a oficinas, vestuarios y sanitarios para el personal afectado a las tareas, que suman 300 metros cuadrados aproximadamente. La obra es similar a las cocheras que se hicieron en las línea A (Nazca), B (Rosas) y H (taller Parque Patricio