Es sabido que reiteradamente los talleres textiles son sancionadados por no cumplir con las mínimas condiciones de higiene y seguridad requeridas para desarrollar la actividad.
Es más, en distintos lugares de CABA y conurbano han sido detectados y cerrados establecimientos clandestinos que violaban no solo las normas municipales en vigencia sino también las mínimas normas de supervivencia, donde las personas que trabajaban vivían en situaciones de indigencia pagando así un alto precio por ser indocumentados, y lo que es más terrible, explotados por sus propio pares.
En este caso puntual, se trata de un taller textil ubicado en Superí al 3500 que violó la clausura ya impuesta por la Dirección General de Control de Calidad Ambiental, lo que obligó al Ministerio a tomar cartas en el asunto.
En el lugar trabajaban en ese momento 5 personas en condiciones precarias, que fueron desalojadas. También se encontraron telas y ropa terminada preparada en bultos, lo que dio más indicios de la violación antedicha.
La decisión fue tomada por el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los motivos expuestos fueron “que el establecimiento no reunía las mínimas condiciones de seguridad e higiene.”
Por todo lo expuesto, la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), a cargo del fiscal Matías Michienzi, para evitar una nueva violación a la clausura decretada resolvió el cierre y soldadura de todos los accesos.
El procedimiento lo llevó a cabo el Área de Contravenciones y Faltas de la Policía Metropolitana conjuntamente con el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) de la Fiscalía de la Ciudad.
Fuentes oficiales informaron que “los encargados del taller textil que realiza estampados se encontraban infringiendo el artículo 73 del Código Contravencional que impone una multa de hasta 60.000 pesos, o arresto de cinco (5) a veinte (20) días para los que violan una clausura impuesta por autoridad judicial o administrativa.”
Marta Victory