
Cada día es más caótico moverse por el barrio de Belgrano. Tanto en auto como en bici o caminando.
La causa: la absoluta falta de cumplimiento de todas las normas básicas de tránsito. Autos estacionados en las ochavas, en doble fila, en las bicisendas, delante de las rampas para discapacitados, sobre la senda peatonal, camiones que hacen carga y descarga de mercaderías a cualquier hora… Puntos especialmente conflictivos son los alrededores de la Universidad de Belgrano, en la sede de la calle Zabala; la clínica Sagrada Familia, de la calle José Hernández, y el supermercado ubicado en Federico Lacroze entre Migueletes y Soldado de la Independencia.
Lo más curioso es la total y sospechosa ausencia de inspectores de la ciudad, que se harían un picnic de recaudación.
Eduardo Landin
DNI 12.564.662