Es casi redundante explicar que el barrio de Belgrano tiene trascendencia histórica y que, afortunadamente algunos de sus edificios emblemáticos han podido salvarse de la piqueta que destruyó importantes inmuebles que fueron mudos protagonistas de nuestra historia, ya sea cobijando en sus habitaciones a personajes ilustres, siendo testigos de hechos importantes, sino también como testimonio arquitectónico de una época que no por lejana pierde vigencia.
La Casona de Aguilar es un vivo ejemplo de ello. Esta antigua locación situada en Aguilar 2421, fue construída en 1924, devestilo victoriano, el paso de los años ha dejado su huella con algunos visibles deterioros que así lo demuestran.
La importante propiedad consta de cuatro plantas y 16 ambienes, de los cuales solo diez están en uso para su locación, tres baños de los que funcionan dos, cocina, patio, terraza y tres balcones que dan al frente y dos al contrafrente lo que permiten la entrada de una maravillosa luz natural, que a pesar de contar con electricidad, es la preferida por los fotógrafos y realizadores audiovisuales porque permite el lucimiento de los objetos que alberga, el reconocimiento de sus texturas y de la amalgama de colores desvaídos por el tiempo, lo que le da a la Casona un aire mágico y misterioso a la vez