Comer en Buenos Aires supone una dualidad enfrentada: por un lado, los porteños disfrutan engullendo en restaurantes y en la calle, siendo las reuniones alrededor del mantel auténticas estampas habituales del día a día de la ciudad; por otro, sin embargo, se encuentra el hastío de los que aborrecen comer tanta carne, pastas y repostería, verdadera columna vertebral de la oferta gastronómica de la urbe.
Si eres de los últimos, deberías tener en cuenta al Barrio chinode la ciudad, un pequeño oasis diferencial de comida, productos y comercios que te harán descansar de tantos bifés chorizos y pizzas varias. Tanto en sus locales como en sus supermercados, la oferta es impresionante, y serán comunes las caras de asombro al ver la variedad de sus estantes, con cientos de productos de Asia que no encontrarás en ningún otro lugar. Tés, especias, frutas, verduras y hasta pescados, también están presentes, y hacen del barrio una ruta gastronómica de visita obligada para el autóctono y el foráneo.
Como no podía ser de otra forma, aquí también encontrarás numerosas tiendas para comer de pie, en la calle o en pequeñas mesas. Sushi, pato pekinés, rollitos, tempura y mil variedades más de la cocina asiática, que muchos agradecerán. Especialmente por la noche, dichos puestos dan mayor vida al barrio, y llenan sus calles de gente ávida de comida asiática. El ambiente te atrapa y, por instantes, olvidas en qué país te encuentras.
Juan Mateo