Un argentino, dueño de un restaurante en Barcelona, fue detenido en esa ciudad española, acusado de liderar una banda de narcotraficantes que usaba de pantalla la producción y exportación de soja para traficar cocaína a Europa; los siete integrantes de la organización fueron detenidos en la Argentina.
La información fue dada a conocer por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, en una conferencia de prensa sobre los resultados de la denominada Operación Soja Blanca. Se trata de la segunda parte de una investigación que la División Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina inició en 2012 y que tuvo el pasado 23 de marzo a su primer detenido: Alejandro Damián Arrighi, de 33 años.
El operativo tuvo durante las últimas horas un total de 17 allanamientos, 15 de ellos realizados en distintas localidades bonaerenses y otros dos en la provincia de Salta. En esas ocasiones se secuestraron tres kilos de cocaína, cuatro kilos de marihuana, nueve vehículos, 51 teléfonos celulares, dinero en efectivo, varias armas de fuego y hasta un chaleco antibalas con la inscripción PBA (Policía de la provincia de Buenos Aires), presuntamente robado.
“Algo muy importante es que ha sido detenido por pedido de la [titular del Juzgado Federal N° 2 de San Martín, a cargo de la causa] doctora Alicia Vence”, dijo Bullrich.
La funcionaria nacional calificó a Orellano como “una de las cabezas más importantes, si no la más importante, de los sistemas de exportación ilegal de droga a España”, y destacó que “va a ser extraditado” para ser juzgado en la Argentina.
“Lo que es importante es que esta persona estaba dedicada a la exportación de droga desde la Argentina, situado en un lindo country de Ingeniero Maschwitz”, dijo Bullrich, en alusión al lugar de residencia del acusado en el país. Añadió que en uno de los lugares allanados funcionaba una empresa de ralladura de plástico para exportación que ahora se investigará si era utilizada para ocultar la droga durante el traslado al exterior.
“La deducción que nosotros hacemos es que esta empresa de plásticos es la empresa que permitía mezclar la droga en el plástico y así exportarla a Europa”, finalizó.
La causa se inició en 2012, cuando se estableció que Orellano quería enviar cocaína a España. Por eso, se le dio intervención a la policía española para que monitoreara sus actividades. En febrero, los investigadores determinaron que Orellano tenía contacto con Arrighi -dueño del Audi y quien sería dueño de un hotel en Barcelona- a fin de abastecerse de droga y que este último iba a ser el encargado de la logística de la banda. Por eso intervinieron sus teléfonos y establecieron que los sospechosos temían que los investigaran, porque conversaban “en código”, simulando que trataban temas relacionados con la siembra y exportación de soja.