El Rincón del Vecino: Carta de Lectores

El Gobierno de la Ciudad considera las bicisendas como uno de sus mejores logros, con el fin de sacar autos de circulación y fomentar la vida sana. Así vemos bicisendas muy usadas, como las ubicadas en los parques de Palermo, las que precisamente no molestan. Y también vemos algunas en las que ver un ciclista circulando es motivo de fiesta; y éstas molestan, obstaculizando la circulación y el estacionamiento de automotores.
Como ejemplo hay una zona de la Ciudad, la que comprende las avenidas Pueyrredón, Santa Fe, Coronel Díaz y Las Heras, quizás la más densamente poblada de Buenos Aires, y por tanto con insuficientes espacios para estacionar. En esa zona, los pensadores del planeamiento han creado una bicisenda a lo largo de la calle French y, por si esto fuera poco, pensaron un poco más y llegaron a la conclusión de que había que prohibir el estacionamiento sobre la izquierda en la calle Peña, entre Austria y Bustamante (dos cuadras que por su ancho, lo permitían sin problemas).
Hay que agregar el hecho de que, con pintura amarilla, han extendido la zona de no estacionamiento en las esquinas más allá de la ochava, creando un espacio prohibido que es el mejor anzuelo para “cazar” automovilistas desesperados por un lugar, para beneficio de las grúas de la “empresa recaudadora”, que recorren el barrio, sin descanso a velocidades superiores a la permitida, para volver urgente en busca de “nuevas presas”.
Cuando se estuvo a punto de extender el estacionamiento medido desde avenida Pueyrredón hasta Austria, marcaron con pintura blanca los lugares donde se permitiría dejar los automóviles, “pagando la correspondiente tarifa”. Los espacios sobraban, por poco se permitía dejar autos en las esquinas.
Por presión de los vecinos, la medida fue anulada. Eso provocó, para tapar los sitios sobrantes, el festival de la pintura negra. Habían permitido el estacionamiento medido en las dos manos hasta en las calles angostas.
En definitiva, con el pretexto de las bicisendas y sus bondades, estamos en presencia de un “negocio” en “beneficio” de la “empresa recaudadora”.
Horacio B.