La preocupación se adueñó ayer de los vecinos de Núñez y Belgrano: temen que el próximo domingo los hinchas de Independiente provoquen destrozos y actos de vandalismo en el barrio si su equipo desciende a la B Nacional al cabo del partido que jugará con River en el estadio, a partir de las 21.30, como está previsto.
Anoche, fuentes de la Secretaría de Seguridad aseguraron que “no habían recibido” dicha misiva. En la Casa Rosada, en cambio, sí opinaron sobre el tema. Tras el acto de su asunción como nuevo ministro de Seguridad, y ante la consulta específica sobre la cuestión (se le preguntó si el choque entre River e Independiente era calificado “de alto riesgo” y si se temía que pudiera haber heridos), Arturo Puricelli, comentó: “No… Hay que hacer una convocatoria a la gente, a todos los hinchas de Independiente, a los de River, para que ésta sea una fiesta deportiva. Irse a la B es un problema deportivo y nunca puede ser un problema de seguridad”.
De cara a eventuales “desatenciones” de los funcionarios a cargo de la seguridad del partido, la asociación vecinal analizan poner en marcha un operativo “casero”. Prevén comunicar, puerta por puerta, a cada vecino para que los vehículos no queden estacionados en la calle. Y a las concesionarias les recomendarán que retiren los autos de sus salones.
Hay un claro antecedente: el 26 de junio de 2011, cuando River perdió la categoría en el Monumental, hubo graves incidentes en la zona. Cientos de hinchas furiosos saquearon negocios, rompieron vidrieras y autos, destruyeron fachadas de viviendas y quemaron locales comerciales y contenedores de basura.
Los gases lacrimógenos que tiró la Policía Federal para disuadir a los violentos, incluso, ingresaron en las casas y en los edificios del barrio, y eso aumentó el miedo.
La nota a Berni
“Tomado conocimiento a través de la prensa de los últimos hechos policiales, sumada la posibilidad de cambios de horarios en los partidos donde juegue el Club Atlético River Plate, entre otros, le reiteramos nuestra solicitud de audiencia para el tratamiento de diversos temas relacionados con su área de responsabilidad, que son urgentes en el interés de nuestros ciudadanos y contribuyentes del barrio”, dice parte del escrito enviado a Berni, y firmado por la presidenta de la asociación vecinal de Belgrano, Ana Paulesu.
Consultada por LA NACION, Paulesu dijo que será necesario que se tomen mayores recaudos, más aún teniendo en cuenta el horario del partido, y por eso solicitaron la reunión.
“Le enviamos una carta al secretario de Seguridad porque es necesario que haya mayor seguridad. Ya intentamos, sin suerte, presentarle proyectos para evitar que los hinchas crucen por todo el barrio cuando van al estadio de River, pero nadie nos atendió. Ahora queremos más policías, porque si Independiente desciende, van a romper todo, como ya pasó cuando River se fue a la B y la policía no hizo nada”, opinó Paulesu. La vecina también adelantó que cuando se confirme el horario del partido, la asociación que preside intentará por todos los medios disminuir los riesgos del partido.
“Iremos puerta por puerta para advertirles a los vecinos sobre el peligro de dejar los autos en la calle. Esto lo hicimos el día que River descendió, pero muchos en el barrio no atendieron la advertencia y luego sufrieron las consecuencias. Ahora es necesario que haya mayor seguridad y que pongan vigilancia en el boliche Junior, abandonado hace más de una década, que es un aguantadero los días de partido”, agregó Paulesu.
La AFA define el horario
La medida del Gobierno de jugar el partido principal del fútbol argentino el domingo por la noche a partir de las 21.30, para competir con el programa periodístico de Jorge Lanata (de canal 13) es rechazado tanto por hinchas como por vecinos.
Por ahora, el partido entre River e Independiente está previsto para aquella hora, por lo que concluiría cerca de la medianoche. Los simpatizantes de Avellaneda podrían llegar a abandonar el estadio en los primeros minutos del lunes. Hoy, el Comité Ejecutivo de la AFA analizará la hora de inicio del encuentro.
En los días siguientes se sabrá si los encargados de la seguridad de los estadios porteños están de acuerdo con jugar en estas condiciones.
Eduardo Villalba, presidente del Comité de Seguridad Nacional del Fútbol, dijo que pasado mañana se reunirán con las autoridades policiales y con los dirigentes de ambos clubes para definir cómo será la seguridad. “Hasta ahora [por anoche] no sabemos qué cantidad de efectivos prevén disponer, pero el jueves se estudiará el operativo”, dijo Villalba.