Una mujer fue asesinada por delincuentes que la ataron y aparentemente la asfixiaron colocándole una media en la boca, durante un asalto a su departamento del barrio de Palermo, en el que le robaron dinero y joyas de una caja fuerte.
Por el hecho fue detenido el encargado del edificio ante la sospecha de que pudo haber colaborado en el asalto, y buscaban a la empleada doméstica que, al momento del episodio y según el marido de la víctima, se hallaba en la casa y desapareció sin previo aviso.
Si bien se conoció este miércoles, el crimen de Alicia Ruth Sasson (53) fue descubierto pasadas las 11.30 del sábado último, cuando su marido, el empresario textil Isaac Juejati (67), regresó de una sinagoga al departamento que compartían en el primer piso del edificio de la avenida Del Libertador 3122, en el barrio de Palermo.
La mujer fue encontrada con sus manos y pies atados, con una media dentro de la boca, arrodillada en el piso y con su cabeza apoyada sobre la cama. Si bien tenía un poco de sangre que le salía de su boca,la principal sospecha es que la mujer murió asfixiada.
El marido de Sasson contó a los investigadores que, al ingresar a la habitación, encontró la caja fuerte abierta, sin signos de haber sido forzada, y que no halló nada en su interior.
La policía aseguró que los delincuentes se apoderaron de unos 3.000 pesos y joyas.
Los investigadores detuvieron unas horas después del hecho al encargado del edificio, un ciudadano paraguayo identificado como Patrocinio González (59), ya que lo delataron las imágenes de las cámaras de seguridad.
En una de ellas, se observa la salida del dueño de casa alrededor de las 8.30 y a las 9.30 quedó registrado el momento en el que una mujer llega al edificio y el encargado le abre la puerta, para luego trasladarla al primer piso.
La principal sospecha apunta a que la mujer que ingresó al edificio y la mucama fueron quienes concretaron el hecho, ya que ambas se retiraron juntas, según quedó registrado en las cámaras de seguridad.
Respecto a la empleada doméstica, el dueño de casa dijo que se llama Silvia, que trabajaba desde hacía algo menos de un año y aportó su número de documento.
Sin embargo, los pesquisas determinaron luego que se trataba de un nombre y documento falsos.
Los policías de la comisaría 53a. realizaban un relevamiento de las distintas cámaras de seguridad de todos los edificios de la zona con la intención de poder hallar alguna pista del momento de la fuga de las mujeres.
Además, los peritos secuestraron dentro de la casa dos teléfonos celulares, ropa y dos cuchillos que posiblemente haya sido utilizados por los agresores para amedrentar a la víctima, como así también el teléfono del encargado detenido.
Fuentes policiales detallaron que fueron levantadas algunas huellas dactilares que ahora serán analizadas y que se aguardan los resultados del entrecruzamiento telefónico entre los aparatos secuestrados.
Si bien en un principio la causa estuvo en manos de la fiscal de instrucción porteña número 19, Graciela Bugeiro, tras la detención del encargado fue enviada a la jueza de instrucción 15 Karina Zucconi.