De Cabildo y Juramento al Vaticano. Ese fue el destino de la bandera argentina con la que María Susana Saugar se envolvió cuando el taxista que la dejó de este lado del Tíber, delante de las Victorias aladas de travertino que custodian al puente Vittorio Emanuele, le dijo: “Ahora, si quiere ver al Papa va a tener que caminar”. Y doña Susana, con 77 cumplidos en noviembre, caminó. Con su hermana, María Elena Saugar, de 85 años y por primera vez en Roma, con su hija y con su nieta de dos. Cruzó los 110 metros de puente y luego entró por la via della Conciliazione que une la ciudad de Roma con el Vaticano.
Con la bandera argentina anudada sobre los hombros, repitió el trayecto de expiación que muchos cristianos de fe realizan antes de recibir la comunión en la basílica de San Pedro. Doña Susana saltó como una barrabrava cuando una delegación de Mendoza la reconoció por la via Della Conciliazione y le gritó: “Argentina, Argentina”. Susana se convirtió en un personaje pintoresco en el paisaje del fervor. Entonces llegó el turno de dar entrevistas a la prensa internacional. Primero fue un periodista francés que le preguntó en inglés si era argentina y si vivía en Roma. “No querido, vengo desde la Argentina, de donde es nuestro Papa”. Fuente y Créditos Foto: Clarín- ExpressArte en la Ciudad