Una protesta insólita tuvo lugar ayer frente a una clínica odontológica en Belgrano por parte de pacientes que reclamaban por la realización de implantes y tratamientos de conductos que están pagos y que llevan demoras de hasta un año.
“Que nos devuelvan los dientes”, fue el gritó que encabezó el reclamo de un grupo de pacientes que se congregó en las puertas de una clínica odontológica del barrio porteño de Belgrano. Cansados de las “avivadas” de sus dueños y de la pésima atención, los manifestantes denunciaron las maniobras del establecimiento que en no pocos casos ofrece productos y tratamientos a un costo mucho menor que el de la competencia pero con notorias irregularidades de atención, calidad y entrega de los trabajos.
Ana Prieto y Cristian de León son los dueños de la clínica Dental House, ubicada en la calle Virrey del Pino 2540 en Belgrano, contra quienes cargaron una decena de pacientes que se atienden en el consultorio. Detrás de la elegante fachada del edificio, existen cientos de clientes que critican la calidad de la atención y las extensas demoras en el lugar. Incluso, en muchos casos, denuncian presuntas estafas en cada caso.
“Te venden la luna y las estrellas a un precio mucho menor de lo que piden en otros lugares pero los implantes, por ejemplo, son de mala calidad y pertenecen a un fabricante propio que abarata costos”, publica en su blog Martín Leguizamón, un ex trabajador del centro asistencial que se desempeñó allí durante más de 7 meses.
A pesar del descontento de los usuarios, los directivos evitaron dar la cara. Ante la consulta de Crónica por la situación, una empleada respondió: “Las autoridades no van a hablar, sino que van a hacer su descargo judicialmente”.
El jueves por la mañana un centenar de personas aguardaba en el interior de los consultorios de Dental House. Entre ellas, había adultos mayores que llevaban de pie varias horas. Algunos tenían también dificultades para movilizarse. Algunos fueron trasladados hacia la otra sede de la empresa, situada a una cuadra, exactamente en Moldes al 1700. Es que las demoras son una constante: hay que esperar unas 3 horas para ser atendido, los turnos se reprograman permanentemente o se expiden para dentro de 2 o 3 meses. “Es una vergüenza, pero la diferencia económica es muy grande”, reconoció Susana, una señora que llegó a la clínica luego de ser seducida por numerosas publicidades en la calle y en distintas revistas.
Por su parte, Ernesto hace uso de su paciencia para soportar que le entreguen la prótesis inferior de su boca. Lleva casi un año esperándola, pero no pierde las esperanzas de que pronto la podrá disfrutar. El jubilado no reniega de la atención de los médicos ni del monto de su tratamiento (15.000 pesos que le solicitaban en otros dentistas, acá sólo abona 3.500), pero sí que lo primero que hacen es cobrarte, tras lo cual da comienzo una verdadera odisea.
“Es una vergüenza porque están estafando a la gente y no dan la cara. Me indigna porque esta manga de atorrantes no aparecen, tiene que haber un responsable. Es una falta de respeto”, declaró una mujer en la puerta del establecimiento.
Otro de los pacientes damnificados señaló: “Yo pagué todo y todavía estoy esperando que me llamen para hacerme dos tratamientos de conductos. Hace dos meses que estoy esperando. Pague más de 12 mil pesos por todo el tratamiento. Me tienen que poner las coronas, pernos y después los definitivos. Me habían dicho que en julio terminaba”.
“Ya me pusieron los implantes y ahora me tienen que hacer las prótesis. No tengo ni los provisorios, se me rompieron ayer. Soy paciente desde el año 1997. Mi hija me regaló los dientes para mi cumpleaños del año pasado y todavía no me los pusieron.Ahora tengo los implantes de abajo. Me dijeron que iban a tardar entre 5 y 7 meses y hace un año y 4 meses que estoy esperando. Si no me llegan a dar soluciones iremos a juicio. ¿Quién le repone a mi hija la plata que pagó y mis dientes?”, sostuvo indignada otra de las perjudicadas.