Competidores, organizadores, familias y amigos arrancaron el día a las 9, cuando se largaron las primeras carreras de 2.000 metros; es decir que daban una vuelta a la pequeña isla que tiene el lago.
La competencia contó con el apoyo del Gobierno porteño y estuvo organizada por la Federación Argentina de Canoas y K7amigos, un grupo de canoistas con discapacidad que desde hace más de un año participan de las competencias tradicionales: “Empezamos a organizar el club para hacer algo recreativo y terminamos compitiendo. De hecho hoy formamos parte de este Grand Prix como uno más, entre 250 competidores”, contó Dante Tosi, que corrió en una canoa junto a Marcelo Bovero.
Además de amateurs, también hubo equipos de profesionales y representantes de la Argentina en torneos internacionales.
Con su sombra, las tipas y los eucaliptos “salvaron” al público del inclemente sol. Las competencias –que en total sumarán más de 200– continúan hoy: “Serán todas de 200 metros, así que son más emocionantes”, prometió el entrenador Alejandro Druziuk. Habrá que creerle y animarse a compartir la experiencia de ver otra vez el Lago Regatas como escenario de un gran premio.