Belgrano y Palermo, nuevas zonas calientes del delito.

Las Cañitas vive una ola de robos a edificios. En Belgrano abundan las “mecheras” y en Palermo, los “bicichorros”.

 

 

En los últimos tiempos, el mapa del delito de la Capital ha sumado nuevos “puntos calientes” a los ya conocidos –los cercanos a las estaciones de trenes, por ejemplo, o las inmediaciones a las villas–, donde se desarrollan modalidades delictivas que van desde los simples arrebatos a los robos a edificios y los asaltos a mano armada:  El barrio se encontró el domingo último con que un grupo de delincuentes había entrado a robar a cinco departamentos del edificio de Migueletes 680 en el horario de la tarde, antes de las 17. Previo a los robos, los ladrones habían tocado los timbres para asegurarse de que estuvieran vacíos.

No fue la primera vez que ocurrió : el 8 de enero robaron un departamento del edificio de San Benito de Palermo 1608. Antes, el 8 de diciembre, dos ladrones entraron a robar a departamentos de Migueletes 586 y los terminaron atrapando, según el encargado, Jorge Pérez. El mes anterior, en apenas una semana habían entrado dos veces al mismo edificio de San Benito de Palermo 1664 y habían robado en tres departamentos. La Policía les dijo entonces a los propietarios que los ladrones tenían una lista con los datos de los vecinos. En todos los casos ocurrió lo mismo: los asaltantes entraron sin violentar la puerta principal del edificio en el horario de descanso del encargado y luego abrieron con barretas las puertas de los departamentos.

Los vecinos comentan, además, que los robos de motochorros y de arrebatadores son habituales. Otra queja es por las casas tomadas .

A partir de las 19, el ambiente en la esquina de Medrano y avenida Córdoba (en el límite entre Almagro y Palermo) comienza a ponerse denso . La mayoría de los negocios baja las persianas, pero algunos siguen trabajando con la puerta cerrada y abren sólo mediante portero eléctrico. En la calle, se acumulan los limpiavidrios, pero no todos se dedican a limpiar los vidrios : entre los que piden monedas, se mezclan los que aprovechan las ventanillas bajas de los autos para arrebatar lo que puedan. Los vecinos señalan en particular a uno que anda siempre con mochila amarillo flúo y gorrita blanca . Los comerciantes agregan que éstos y otros chicos andan por el barrio a toda hora buscando oportunidades. “Todos los días se escucha a señoras gritando porque les robaron la cartera o se ve a una piba corriendo atrás de un pibe porque le afanó el celular”, señaló el encargado de un edificio. Un veterinario contó que frente a su negocio, todos los días, ve cómo menores roban ruedas y estéreos de coches . En los últimos meses, tres comercios y dos departamentos fueron robados en una misma manzana, la de Córdoba-Medrano-Cabrera-Salguero.

Avenida Cabildo y Juramento no es lo que era. “Esto es tierra de nadie”,  dijo el empleado de una joyería. Suena extraño, pero según describió el joven, todo empeora a partir de las nueve de la noche. “A esa hora, ya no hay policías ni nada”, aseguró. Los comerciantes afirman que el principal problema son las “mecheras” (hurtan en comercios) y los arrebatos en la calle. “Las mecheras aparecen cada dos, tres o cuatro meses, para que no las identifiquemos”, contó Oscar, dueño de una casa de ropa. “Llegan entre dos y tres, distraen a los empleados y roban. Nos han robado hasta 4 mil pesos en mercadería”, agregó. Susana, empleada de una casa de accesorios, dijo que las “mecheras” le robaron 900 pesos en mercadería. El dueño de un puesto de revistas de Cabildo y Juramento afirmó que ya no se ven tantos motochorros, pero que la zona se llenó de “pungas”. “Roban cuando hay tumultos de gente”, dijo. En la zona también hay asaltos que antes no se veían: el 12 de enero, en Sucre y Cuba, en una salidera bancaria atacaron a un hombre, intervino un policía a los tiros y un joven de 19 años que pasaba recibió un balazo .

Desde hace un tiempo, hay una situación que se repite: bandas de menores que paran cerca del shopping Alto Palermo. Pero a esto hay que sumarle dos cuestiones nuevas: los robos a la gente que cruza la Plaza Las Heras de noche –los vecinos piden cámaras de vigilancia– yla aparición de “bicichorros” . “Son pibes en bici que arrebatan celulares y carteras”, contó Rubén, encargado de un edificio en French 3500. En Billinghurst, Sánchez de Bustamante, Coronel Díaz, Beruti y Austria se repiten los robos de estéreos a coches estacionados en la calle. En Salguero 2310, el encargado explicó que las bandas de menores subieron el nivel de violencia: se enfrentaron frente al edificio y dos tiros rompieron el vidrio de entrada. “Ahora pusimos uno que soporta balas de mayor calibre”, explicó. Fuente: Clarín